FERNANDO Y ALDO FRENTE A FRENTE. Partes VII y VIII.

VII.  TE PROPONGO UN PACTO.
Súbitamente Aldo toma la decisión de comprar la deuda de Conceptos vendiendo todas sus propiedades. Argumenta deseos de liberar a Lety de presión de la deuda y salvar a la empresa del remate. Ni todo el tiempo y regalos invertidos en Leticia le habían hecho merecer su amor, inclusive ella ya había dado a Fer su palabra de matrimonio. Al saber del gesto de Aldo y verlo irse derrotado, ella duda y Fernando la libera del compromiso para que ella pueda decidir.
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Así las cosas, Aldo va a buscar a Fernando a su oficina, por primera vez es él quien busca a Fer. Fernando le dice que esa compra de la deuda en realidad le puso el pie en el cuello a él, es decir, para impresionar a Leticia tuvo que pisotearlo. Aldo se defiende diciendo que le dio mucha pena lo que «tuvo que hacer», que no se siente orgulloso.
Como necesita reafirmarse a sí mismo el ser «el bueno» de la película, se le ocurre decir que mientras él es un hombre hecho y derecho a costa de los «golpes de la vida»,  Fer sólo es un niño rico que por inmaduro y mimado perdió la empresa familiar y, por supuesto, que no conoce el amor. Esta vez se equivoca rotundamente: en primera, con su «noble acción» consiguió ponerse en posición de dominación con respecto a todos en Conceptos así que puede pisotear a cualquiera ahí desde Ariel hasta a Celso, además, la vida de Fernando no fue sencilla por más que tuviera dinero y comodidades, y por último, Fer aclara que sabe bien lo que es el amor, lo aprendió de Leticia.
Fernando esta vez le desbarata a Domenzaín uno a uno de los argumentos de su discurso acartonado y falaz. Exhibe al «sabio y perceptivo» chef como un hombre que no es capaz de ver más allá de sí mismo. No sólo eso, le aclara a Aldo que no piensa perder a Lety y hasta le propone un pacto: ninguno de los dos la presionará ni estará a solas con ella sin que lo sepa el otro. Aldo debe aceptar (aunque no piensa cumplir cabalmente).
Aldo esta vez baila al son de Fernando, las cosas han dado un giro radical. Fernando se recuperó y dignamente por lo cual ya no teme a Aldo y tampoco necesita de rabietas o desplantes para enfrentarse a él y para demostrarle sus equívocos y su falta de sensibilidad, con su sola inteligencia, sensatez y sentido del humor le bastan.

VIII. DOS HOMBRES RADICALMENTE DISTINTOS.
Aldo se ha comprometido en matrimonio con Leticia y le pide a Fernando hablar. Ese capítulo lo vi grabado pero antes en leí los comentarios sobre la escena en lafeamasbellaonline.tk, el público estaba indignado con el cinismo y la burla de las que Aldo parece hacer gala. Cuando vi el video me sorprendí de mi percepción pues resultó contraria. Creí que Aldo se burlaba inmisericordemente de Fernando pero, como yo lo vi, es al revés. Fernando está claramente triste y desde esa tristeza despliega su capacidad de ironizar para dejar a Aldo bastante mal parado ante sí mismo y ante el espectador. Trataré de explicar porqué pienso así.
Aldo es un personaje sin muchos matices. Su mina de oro está en esa aparente bondad y generosidad infinitas con las que, supuestamente, asume todo en la vida. Bien, ese parece ser el motivo de acercarse a Fer, mostrarse generoso, darle ánimos al decirle que también ganó con la experiencia pues quedó demostrado que tiene capacidad de amar. Este argumento es por demás mediocre. Fernando se burla y exhibe la manera conformista e insensible de Aldo de ver el asunto al contestarle: «…stá (sic) genial el descubrimiento…» ¿Para qué le sirve a Fernando (o a cualquiera otro) un amor tan grande si no puede compartirlo, hacerlo crecer junto con la mujer a la que ama? ¿Para qué amar si la única manera de demostrar ese amor es respetando que ella haya optado por hacer su vida con otro?
Nunca como en esa conversación se dejan ver las diferencias tan grandes entre estos dos personajes de telenovela. Aldo es un tipo de cartón, mediano que piensa que lo importante es competir (porque así le conviene), exhibe su egoísmo y su falsedad. Él alguna vez dijo que si supiera que Fernando podía hacer feliz a Leticia, se haría a un lado. ¿Qué le dice ahora a Fernando? Leticia decidió, yo sólo cumplo sus deseos y por eso me quedo con ella, aunque se perfectamente que tú la amas de verdad y la habrías hecho feliz. Leticia parece ser para él una especie de premio por sus sacrificios: dejar Acapulco, venderlo todo, etc., (habrá qué preguntarse si Lety vale como mujer o sólo como ese trofeo que le ganó a Fer) y el colmo, se le ocurre decirle a Fernando para dónde debe dirigir su corazón.
La reacción de Fer es muy clara. Hace ver a Domenzaín como un tipo obtuso y necio al decirle con sarcasmo: «¡…nomás eso me faltaba, que tú me busques novias a mí!. Fernando tiene claro que amor de verdad no es intercambiable, nace con la persona amada, y sólo puede crecer junto con ella. Punto.
Además, Fernando no es como el resto de los personajes de LFMB ni como Leticia. En primera, no admira sobremanera a Aldo como para maravillarse con el solo discurso; y en segunda, tampoco se deja llevar por sus disposiciones como si sólo el chef acapulqueño supiera lo que es mejor en la vida. Fernando ya sabe qué quiere, hacia dónde dirigirse y cómo luchar por sus objetivos de manera honesta y generosa. Por eso le habla con franqueza a Domenzaín, no tiene porqué darle por su lado y así lo expresa: «daría mi vida entera por que Lety volviera conmigo…» Por eso también, ni siquiera le responde a ese pseudo-reconocimiento de Aldo sobre sus méritos…
Tenemos a dos hombres son muy distintos que plantean sus experiencias sobre premisas muy diferentes y jamás llegarán a ningún acuerdo. Aldo termina por abandonar la escena, se queda sin argumentos, Fernando lo rebasa por mucho y lo sabe, de eso sí puede darse perfecta cuenta. Y lo que es más, tiene miedo de su rival aunque, supuestamente, él haya ganado ya. De otra forma no explico yo los celos que le han surgido últimamente. ¿No había concluido junto con Lety, allá en Acapulco, que los celos no son amor?
Las cosas llegaron a este punto no sólo por Leticia, sino porque las maneras de ver las cosas y de actuar frente a las circunstancias de estos dos hombres son como el agua y el aceite. Lo más interesante es que la protagonista no ha de elegir entre «dos hombres buenos» como le dice su mamá. Aldo y Fernando no pueden medirse con la misma vara, son radicalmente opuestos. Con el primero, Lety sólo tiene que dejarse llevar, ir y venir al ritmo que él marque… con Fernando debe saber decidir y hacerse responsable de cada uno de sus actos porque para él una relación de amor es una relación donde ambos actúan, donde ambos construyen, donde ambos aciertan o se equivocan y donde ambos están también para hacer frente a lo bueno y a lo malo. Leticia optó por dejarle a otro la responsabilidad de la felicidad de la pareja y por descansar en su futuro marido las decisiones sobre el rumbo de su vida… La decisión de Lety sobre quién será su pareja va más allá del nombre del marido, es una decisión de actitud ante la vida. Debe decidir si quiere vivir a la sombra de otro o si pretende ser ella la que construya su futuro, con todo el riesgo pero también con todo el aprendizaje que esto implica…
(continuará…)

3 respuestas a «FERNANDO Y ALDO FRENTE A FRENTE. Partes VII y VIII.»

  1. Querida Guada, una vez más confirmas una teoría mía: el desarrollo de Aldo como antagonista está deshilado desde la estructura de «Amor Real».

    Si simplemente cambiara el nombre de los actores, las posiciones de Fernando y Aldo son idénticas a las de Manuel y Adolfo allá por 1857… El protagonista, que llega a una relación con la heroína de manera tortuosa, frente a un antagonista que parece ser la calma, la tranquilidad. Matilde estaba en igual situación que Leticia en el sentido de que de un lado estaba el par, del otro el superior. El doctor era el par, el compañero, junto a quien hay que luchar y hacer frente a la vida. El militar, el superior, el que te obliga a quedarte en la casa, a que hagas cosas de mujeres aunque no tengan ningún fin provechoso. Junto a Fernando Leticia conoce la lucha, sabe que hay que pisar a fondo para hacer frente a los enemigos, que hay que estar atento en todo momento y usar mucho la imaginación para voltear el tanteador. Aldo es más de la planificación, es más estratega, la vida se mide bajo ciertos parámetros que para él son invariables… Y ese es un problema para la economista Leticia, acostumbrada a los factores variables (que hacían a la meta de Fernando imposible de abordar en la realidad práctica, justamente).

    El problema es que en AR había muchas cláusulas que bordaban a ese amor verdadero, que todo lo vence. Leticia se dejó engañar nuevamente por Aldo, sólo que tuvo otro discurso, pero el engaño sigue siendo el mismo.

  2. Cuando Luciana escibre que Leticia «Junto a Fernando Leticia conoce la lucha, sabe que hay que pisar a fondo para hacer frente a los enemigos, que hay que estar atento en todo momento y usar mucho la imaginación para voltear el tanteador.» a que se esta refiriendo? que tendrá que luchas para que Fernando no tenga relaciones con otras mujeres? Pero si Fernando ya no es mujeriego, es un hombre que jamás engañaria al amor de su vida, Lety, no es asi?. Acaso luego volveria a ser el de siempre?

    1. No, Keilah, no se refiere Leticia defendiendo a su hombre de otras mujeres. Se refiere a las luchas que juntos han de librar por recuperar la empresa, su relación de pareja, hacer realidad ese amor que se tienen… historias como esta plantean reflexiones mucho más allá del quién se queda con quién aún cuando hacia el final, La Fea más Bella haya caído en eso tan trillado.

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